domingo, 25 de octubre de 2015

Centro Pompidou Málaga (una visita inolvidable)

Alumnos y alumnas de 3º ESO a la entrada del Centro Pompidou.

El pasado viernes 23 de octubre hicimos una visita muy especial. Como actividad complementaria a nuestras clases de plástica, fuimos a conocer la colección permanente del Centro Pompidou Málaga, que cuenta con una interesante selección de obras maestras del arte de los siglos XX y XXI. Aunque sólo estaba previsto que estuviésemos allí una hora, al final estuvimos unas cuatro horas, pues nos resultó tan interesante que prolongamos la visita, incluyendo un taller práctico que inicialmente no estaba previsto.

Junto a la maqueta del Pompidou francés.

Durante el recorrido nos acompañó Sonia Pérez, una mediadora cultural del centro, que nos dio a conocer el centro cultural original, el Centre Pompidou de París, antes de acceder a la colección de arte. Nos dimos cuenta de que un Centro Cultural es algo más que un museo; es una entidad viva, en la que es fundamental el diálogo junto al arte. Una cosa que nos encantó fue el hecho de que todas nuestras visiones y opiniones son válidas respecto a la obra de arte. Sonia nos lanzaba preguntas y entre todas y todos íbamos llegando a conocer las obras y sus creadores.


Hablando de una obra de Eduardo Arroyo.

"Ghost", de Kader Attia.

Toda la colección nos interesó mucho (de hecho, le pedimos a Sonia que nos explicase algunas obras que no entraban en el recorrido seleccionado para la visita escolar); pero quedamos realmente fascinados con la instalación "Ghost" de Kader Attia. Una obra que a primera vista nos sugería unas ideas, pero al contemplarla desde diferentes ángulos llegamos a muchas otras conclusiones interesantes. Nos explicaron que los alumnos y alumnas de Bellas Artes de Málaga le sirvieron al artista argelino para moldear la superficie del papel de aluminio con su propio cuerpo.


En el taller. 

Para terminar, fuimos de los primeros centros escolares de Málaga en realizar el taller "Meca-collages" en torno a la obra del artista Erró. Fue la guinda que coronó el pastel; sin duda, una experiencia creativa y lúdica que repetiríamos gustosos.